Decía Henry Ford, «tanto si crees que puedes como si no, tienes razón».
¿Te gusta la vida que tienes?, ¿qué te gustaría cambiar?, ¿qué quieres incorporar?, ¿a qué estas renunciando?, ¿qué te gustaría creer?, ¿cómo quieres pensar?, a través del coaching puedes trabajar la forma de pensar, puedes aprender a quererte, respetarte, permitírte….
Quererse y respetarse comienza por uno mismo. No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos, ¿cómo ves tú las cosas?, ¿conoces a alguien que no las ve como tú?.
Cuando trabajas tu tiempo restante pasa a ser limitado. Esto puede hacer que estés cansada, agobiada, triste, es normal, no dispones de tu vida como quisieras, pero es posible que haya cosas que se pueden mejorar.
Todos podemos cambiar, está demostrado científicamente que las capacidades pueden entrenarse y moldearse, se llama plasticidad cerebral. Es la capacidad del ser humano que nos permite recuperarnos, reestructurarnos, y adaptarnos a nuevas situaciones.
Decía Einstein «Si haces siempre lo mismo, no esperes resultados diferentes», para conseguir cambiar hay que querer trabajar el cambio, ser consciente de lo que uno quiere cambiar y y hacer las cosas diferentes.